A continuación os dejamos unos códigos qr, si los escaneais y accedeis a ellos os encontrareis información interesante sobre las partes de la gaita de la mano de un pequeño gaiteiro.
jueves, 29 de noviembre de 2012
La gaita en Infantil
Hemos visitado el Museo Internacional de Cornamusas de Ourense donde hemos asistido a clases de pandereta de niños de 3 a 5 años en las cuales nos han dado su opinión sobre que es la gaita para ellos o con qué la relacionan. A partir de esto hemos elaborado una nuve de palabras. Aquí dejamos el vídeo.
Prezi
Os dejamos el enlace al prezi elaborado con algunos ejemplos de actividades que se podrían realizar con los niños de infantil sobre la gaita.
Actividades con la gaita
Actividades con la gaita
Paginas sobre gaitas
A continuación os ponemos una selección de las paginas y blogs sobre gaitas que más nos han llamado la atención. Hemos hecho búsquedas también en inglés, pero no encontramos ninguna pagina relevante, y en portugués de las cuales resaltamos una en la que trata muy bien la información sobre la gaita en Portugal.
http://gaitadefoles.net/
http://nuestragaita.com/inicio/
http://amigosdelagaita.wordpress.com/
http://bagpiperblog.com/
http://gaitadefoles.net/
http://nuestragaita.com/inicio/
http://amigosdelagaita.wordpress.com/
http://bagpiperblog.com/
CANTEMOS UN VILLANCICO
Villancico “Cantade mociños”
"Cantade mociños
E mozas tamén,
Que Deus esta noite
Naceu en Belén.
Enriba das pallas
Está o noso rei;
Que pequerrechiño,
Que bonito é.
A súa cariña
É doce , é mel,
É suave e branquiña
Como a súa pel.
Os anxos, pastores,
Labregos tamén,
Todos van axiña
Adora-lo recén."
E mozas tamén,
Que Deus esta noite
Naceu en Belén.
Enriba das pallas
Está o noso rei;
Que pequerrechiño,
Que bonito é.
A súa cariña
É doce , é mel,
É suave e branquiña
Como a súa pel.
Os anxos, pastores,
Labregos tamén,
Todos van axiña
Adora-lo recén."
Cuidados de la gaita
Capuchón protector para punteiro
Capuchón hecho en madera de buxo que colocado en el punteiro protege la palleta e introduciéndole la boquilla desmontable del soprete, permite tocar directamente con el punteiro.
Un bote de Seibo
Especial para lubricar los corchos. A pesar de estar en una caja hermética, el Seibo es vulnerable al calor, por lo que recomendamos tenerlo en casa. No es necesaria su conservación en frío.
Precauciones de Uso y Mantenimiento General
• | Preste atención al desembalar el paquete para
comprobar que no ha sufrido daños en su transporte. Compruebe el
contenido y que todo se encuentre en perfecto estado. |
• | Proteja su gaita de la lluvia, de la exposición
prolongada a los rayos del sol y de los cambios bruscos de temperatura y
humedad. |
• | Nunca deje la gaita en el maletero de un coche
al sol ni tampoco en noches frías. Esto podría provocar serios
desperfectos en el instrumento, además del riesgo evidente de robo. |
• | Nunca debe sumergir el instrumento en ningún
tipo de líquido. |
• | Sea cuidadoso con el estado en que deja en
reposo su gaita. Sus partes cilíndricas y el fol no ofrecen una
estabilidad fiable para su soporte y podría rodar o resbalarse. |
• | A la hora de manipular la palleta, tenga sumo cuidado al extraer el punteiro de la buxa, pues cualquier roce de la palleta puede dejarla inservible. Siempre debe sujetar el punteiro cerca de la buxa (por la mesa) si lo hace por otro lado podría romperse. |
Extrayendo el punteiro de la buxa |
• | Nunca debe coger el punteiro por la
campana o el cuerpo para girarlo o intentar sacarlo ya que es muy fácil
quebrarlo. Una buena operativa consiste en coger la buxa con la
mano izquierda y la mesa del punteiro con la mano derecha. Con el
dedo pulgar derecho ejerciendo una presión sobre la buxa, girar
y, a la vez, extraer el punteiro con mucho cuidado hasta el final
del corcho. El dedo pulgar derecho debe coordinar las dos manos para
que el punteiro salga recto y, por lo tanto, la palleta no
roce los bordes de la buxa. |
• | Tenga mucho cuidado con los golpes y
rozaduras, ya que pueden contribuir a que raje la madera a la vez que
deterioran el estado general del instrumento. |
• | Compruebe que las palletas y pallones
estén introducidos firme y herméticamente en sus asientos. |
• | Cuando hinche el fol, procure hacerlo de
modo que introduzca la menor cantidad de humedad posible. Una vez
conseguida la presión necesaria para el funcionamiento acústico de la
gaita, procure mantenerla constante con ayuda de su brazo (tempero).
Haga un uso razonable del aire almacenado en el fol y evite
insuflaciones excesivas que sólo aportarían exceso de humedad. Recuerde
que el fol es una reserva de aire que hay que saber administrar. |
• | Si alguno de los pallones se para o la palleta
no suena, no fuerce en exceso la presión del fol ya que podría
dañarlos. Es mejor desmontarlos y averiguar la causa del mal
funcionamiento. |
• | Si va a dejar la gaita sin utilizar por un
periodo prolongado de tiempo, desmonte todas sus piezas para que, en la
medida de lo posible, los corchos recobren su elasticidad inicial.
Retire las palletas y pallonesfol
para secar bien su interior. Una vez que se asegure de que no hay
humedad, envuelva las piezas por separado para evitar que se rayen y
guárdelas en su estuche protector. y procure ventilar el
|
• | Este hábito de desmontar todas las piezas de la
gaita sería incluso aconsejable en periodos de dos a tres días para
conseguir una mayor duración de los corchos. |
• | No utilice productos abrasivos para la limpieza
de su gaita. Use siempre la bayeta amarilla suministrada para la
limpieza general de la madera y anillas después de utilizarla. |
• | Para la conservación de la madera puede
utilizar un buen producto para muebles que contenga silicona. Para las
anillas metálicas utilice la bayeta azul, o bien algún producto para la
limpieza de la plata. La bayeta azul está impregnada de un polvillo
especial llamado Alunita que seguirá siendo efectivo aún cuando
ennegrezca por lo que no debe ser lavada. |
• | Para la limpieza de las partes internas de la
gaita, use el kit de limpieza interior, compuesto por las tres baquetas y
el bote de Seite. Tenga precaución de usar sólo el Seite para la
limpieza interna del punteiro, no usar en otras partes de la
gaita, podría perjudicar las válvulas del Seipal y Seipón. Se recomienda
echar dos gotas por un agujero del punteiro y a continuación untar con
la baqueta de limpieza. Frecuencia de uso, dos veces al año. |
• | El fol de Gore-Tex® no tiene mantenimiento alguno. Su tejido micro poroso es transpirable, lo que significa que la humedad que se condensa en su interior, tiende a salir por los poros por el fenómeno de ósmosis. En ambientes húmedos, es recomendable sacar el soprete para evitar la acumulación de humedad cuando deje de usar la gaita. En ambiente secos o muy secos, se debe introducir, de vez en cuando, una pequeña cantidad de agua (medio vasito: de 5 a 6 cl.) en el interior del fol una vez se hayan sacado todos los elementos sonoros y taponado la buxas. Esto contribuye a impregnar las paredes internas con el fin de que conserven cierta humedad conveniente para la palleta. |
Partes de la gaita
Puntero:Es la parte de la
gaita
por la cual se toca la melodia, consta de 8 agujeros por los cuales se
tocan las
diferentes melodias. Esta es la parte mas importante de la gaita y
tambien la
mas delicada, ya que ese rompe con mucha facilidad
Palleta:Son dos laminas de
madera
que hacen sonar la gaita y se encuentran dentro del puntero.
Fol: El Fol es la parte de
la
gaita encargada de almacenar el aire soplado y, por medio de la presión
ejercida por el brazo, expulsarlo a través del puntero.
Ronco: Consta de tres
secciones
de madera (Copa, Segunda y Prima) que se ensamblan para formarlo. La
afinación
es de dos octavas por debajo de la tónica del puntero, produciendo el
sonido
grave de fondo que acompaña la melodía. Su principal funcion es
amplificar el
sonido del puntero.
Ronqueta: La ronqueta consta de
dos
secciones (Prima y Copa) saliendo del lateral del fol y con una
afinación de
una octava por debajo de la tónica de puntero mientras que el chillón
tiene
dos secciones (Prima y Segunda) afinándose con la tónica del puntero,
situándose
también en un el mismo lateral de la ronqueta pero por encima de la
misma.
Soprete: Es
la parte de la gaita por la cual se llena de aire el fol, y cuenta con
una
lamina llamada tapafoldros que impide que el aire se regrese por el
soplillo
haciendo que permanezca en el fol.
Farrapos: La gaita esta adornada con flecos por distintas partes como puede ser el ronco y el fol.
El
traje típico gallego de las chicas consta de:
Blusa o camisa. Falda, que suele ser roja. Enagua o refajo. Pololos, medias caladas. Mandil de paño corto o largo, negro. Chaleco y dengue de paño negro. Zapatos negros o zuecas.
El
traje típico de gallego es un traje más completo y consta de:
Pantalón, medias. Camisa. Chaleco. Polainas, faja de colores. Bota de paño negro.
Gaitas por el mundo
Hemos marcado en el mapa mundi los sitios donde podemos encontrar gaitas y centros gallegos. Y asi vemos como tanto la cultura gallega como la gaita y la musica folclorica se va expandiendo por el mundo. Aunque cada una tenga sus caracteristicas.
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Nube de palabras
Esta es la nube de palabras resultante cuando les hemos dicho a los niños que nos dijeran lo primero que pensaran cuando les decíamos la palabra gaita.
Museo Internacional de Cornamusas
Ayer por la tarde, fuimos al Museo Internacional de Cornamusas para ver el museo de gaitas, intentar conocer algo más sobre ellas y preguntarles a los niños sobre el instrumento para saber que idea tenían de él y que era lo que pensaban.
Nada más llegar nos encontramos con que los trabajadores de allí nos facilitaron en todo el trabajo, no pusieron impedimento de ningún tipo y se interesaron por el trabajo. Nos dejaron acceder al museo de gaitas y sacar fotos de los distintos tipos de gaitas, de distintos lugares y distintos instrumentos que acompañan a la gaita. Descubrimos que había gaitas hechas con diversos materiales, las más recientes hechas con materiales sintéticos y las más antiguas hechas con pieles de animales. Nos llamó la atención la cantidad de gaitas distintas que encontramos, y de los lugares que procedían ya que algunos ni nos los podíamos imaginar.
Poco después nos dejaron hablar con el profesor de gaita, que con entusiasmo y simpatía nos explico algunas cosas sobre la gaita que el mundo suele desconocer. Nos explicó que es un instrumento mediterráneo que todos o casi todos de los sitios rodeados por el mediterráneo tienen gaitas y forman parte de su cultura, también nos dijo que el instrumento precursor de la gaita era la laoneda, y que todos los países europeos tenían gaitas y que el que mayor diversidad de gaitas tiene es Francia, en donde se puede encontrar todo tipo de gaitas muy distintas entre ellas. Nos contó que los niños no empiezan a tocar la gaita directamente, sino que primero a partir de los 3 años pueden ir a pandereta, a partir de los 5 a percusión y desde los 7 u 8 se inician en la gaita. Esto es así porque para poder tocar la gaita necesitan saber leer y escribir con cierta fluidez.
Más tarde nos dejaron asistir a la clase de pandereta de los niños de tres años para preguntarles sobre la gaita, algunos de ellos eran muy tímidos y les costaba contestarnos que pensaban sobre ella y los que les venia a la mente cuando se la nombraban, aunque en general todo coincidían en pensar en música, que querían tocarla cuando fueran más mayores y que les recuerda a música.
A partir de estos datos creamos una nube de palabras con lo que piensan los niños sobre la gaita, que colgaremos más adelante.
Nada más llegar nos encontramos con que los trabajadores de allí nos facilitaron en todo el trabajo, no pusieron impedimento de ningún tipo y se interesaron por el trabajo. Nos dejaron acceder al museo de gaitas y sacar fotos de los distintos tipos de gaitas, de distintos lugares y distintos instrumentos que acompañan a la gaita. Descubrimos que había gaitas hechas con diversos materiales, las más recientes hechas con materiales sintéticos y las más antiguas hechas con pieles de animales. Nos llamó la atención la cantidad de gaitas distintas que encontramos, y de los lugares que procedían ya que algunos ni nos los podíamos imaginar.
Poco después nos dejaron hablar con el profesor de gaita, que con entusiasmo y simpatía nos explico algunas cosas sobre la gaita que el mundo suele desconocer. Nos explicó que es un instrumento mediterráneo que todos o casi todos de los sitios rodeados por el mediterráneo tienen gaitas y forman parte de su cultura, también nos dijo que el instrumento precursor de la gaita era la laoneda, y que todos los países europeos tenían gaitas y que el que mayor diversidad de gaitas tiene es Francia, en donde se puede encontrar todo tipo de gaitas muy distintas entre ellas. Nos contó que los niños no empiezan a tocar la gaita directamente, sino que primero a partir de los 3 años pueden ir a pandereta, a partir de los 5 a percusión y desde los 7 u 8 se inician en la gaita. Esto es así porque para poder tocar la gaita necesitan saber leer y escribir con cierta fluidez.
Más tarde nos dejaron asistir a la clase de pandereta de los niños de tres años para preguntarles sobre la gaita, algunos de ellos eran muy tímidos y les costaba contestarnos que pensaban sobre ella y los que les venia a la mente cuando se la nombraban, aunque en general todo coincidían en pensar en música, que querían tocarla cuando fueran más mayores y que les recuerda a música.
A partir de estos datos creamos una nube de palabras con lo que piensan los niños sobre la gaita, que colgaremos más adelante.
jueves, 22 de noviembre de 2012
Área de lenguajes: comunicación y representación
- Bloque 1: Lenguaje verbal.
-Aproximación a la lengua escrita. Acercamiento a la lengua escrita como medio de comunicación, información y gozo a través de soportes diferentes.
-Acercamiento a la literatura. Memorización y recitado de algunos textos de carácter poético de tradición cultura.
- Bloque 2: Lenguajes artísticos: plástica, musical y corporal.
-Exploración de las posibilidades sonoras de la voz, del propio cuerpo, de objetos cotidianos y de instrumentos musicales. Utilización de los sonidos cercanos para la interpretación y creación musical.
-Vivencia del sonido y del silencio.
-Reconocimiento de los sonidos del entorno natural y social.
-Creación de secuencias de movimientos y ritmos a partir de sensaciones que les dará la música.
-Audición atenta de obras musicales. Participación activa y gozo en la interpretación de canciones, juegos musicales y danzas individuales o colectivas.
Área de conocmiento del entorno
- Bloque 3: Cultura y vida en sociedad.
-Reconocimiento de algunos signos de identidad cultural gallega. Sucesos de personas relevantes de la historia de su comunidad, de su país y del mundo.
CUENTO
-->
Érase una
vez un padre con tres hijos.
Los dos mayores eran inteligentes y aplicados, pero el tercero era algo simplote y le gustaba más jugar que estudiar.
El muchachito creía que ni sus padres ni sus hermanitos le querían, pues siempre le estaban regañando o burlándose de él por no ser tan listo como ellos.
Cuando ya era mayor, su padre le buscó un trabajo de pastor en casa del labrador más rico del pueblo.
Ya llevaba bastante tiempo cuidando las ovejas y cumplía muy bien como pastor, por lo que era muy querido por sus amos.
Un día cuidando el ganado, sentado en una piedra, sin hacer nada, como de costumbre, se le acercó una anciana, que entabló conversación con él.
- ¿Por qué estás aquí de pastor, muchacho? - preguntó la anciana
Los dos mayores eran inteligentes y aplicados, pero el tercero era algo simplote y le gustaba más jugar que estudiar.
El muchachito creía que ni sus padres ni sus hermanitos le querían, pues siempre le estaban regañando o burlándose de él por no ser tan listo como ellos.
Cuando ya era mayor, su padre le buscó un trabajo de pastor en casa del labrador más rico del pueblo.
Ya llevaba bastante tiempo cuidando las ovejas y cumplía muy bien como pastor, por lo que era muy querido por sus amos.
Un día cuidando el ganado, sentado en una piedra, sin hacer nada, como de costumbre, se le acercó una anciana, que entabló conversación con él.
- ¿Por qué estás aquí de pastor, muchacho? - preguntó la anciana
- Porque mis
hermanos y mi padre no me quieren... Siempre estaban burlándose de mí.
- Algún día te burlarás tú de ellos... ¿Cómo te va de pastor?
- Muy bien, señora.
- ¿Qué tal es tu amo?
- Muy bueno.
- ¿Te da bien de comer?
- Sí, señora.
- ¿Y tú no te cansas de estar hora tras hora sin hacer nada?
- Sí, señora; me aburro mucho, pero como no sirvo para trabajar ni para estudiar, ¿qué quiere que haga? He pensado comprarme una gaita cuando el amo me pague.
- No tienes necesidad de ello. Te voy a regalar yo una que tiene la virtud de hacer bailar a todo el mundo cuando la tocan... Aquí la tienes.
Y la anciana, después de entregarle el instrumento, se despidió de él y se marchó.
- Algún día te burlarás tú de ellos... ¿Cómo te va de pastor?
- Muy bien, señora.
- ¿Qué tal es tu amo?
- Muy bueno.
- ¿Te da bien de comer?
- Sí, señora.
- ¿Y tú no te cansas de estar hora tras hora sin hacer nada?
- Sí, señora; me aburro mucho, pero como no sirvo para trabajar ni para estudiar, ¿qué quiere que haga? He pensado comprarme una gaita cuando el amo me pague.
- No tienes necesidad de ello. Te voy a regalar yo una que tiene la virtud de hacer bailar a todo el mundo cuando la tocan... Aquí la tienes.
Y la anciana, después de entregarle el instrumento, se despidió de él y se marchó.
Cuando el
muchacho quedó solo, probó a tocar la gaita e inmediatamente se pusieron a
bailar las ovejas. Estuvo tocando hasta que se cansó y las ovejas, cansadas de
tanto bailar, se tumbaron en el suelo a descansar.
Todos los días, a media mañana y a media tarde, hacía bailar a las ovejas; luego las dejaba descansar. Con el ejercicio se les abría el apetito y comían mucho y como luego reposaban, se pusieron muy gordas y lustrosas.
El pastor no decía a nadie la virtud de su gaita, pero se enteraron otros pastores y, por envidia, dijeron al amo que el muchacho estaba loco o era brujo, porque estaba enseñando a bailar a las ovejas.
El amo no quería creer tal cosa, pero los otros insistieron tanto, que decidió comprobarlo al día siguiente por sus propios ojos.
Llegó, pues, al día siguiente a ver al rebaño y observó, que todas las ovejas estaban acostadas.
- ¿Que les pasa a las ovejas que no comen? - preguntó al pastor.
- Es que están descansando, señor.
- Me han dicho que las haces bailar... ¿Es verdad?
- Sí, señor... Bailan cuando yo les toco la gaita, luego descansan y comen más a gusto; por eso están tan gordas y lustrosas.
- ¿Las podrías hacer bailar delante mía?
- Claro que sí. Cuando usted quiera.
- Ahora mismo.
Empezó a tocar el pastor la gaita. En el acto comenzaron a levantarse las ovejas y corderillos y se pusieron a bailar. El amo, riendo a carcajadas, bailó también sin darse cuenta.
Cuando el pastor terminó de tocar, se acostaron de nuevo las ovejas y el amo tuvo que tumbarse también de cansado que estaba.
Volvió el amo algo más tarde a casa y contó a su mujer lo sucedido.
- ¿Dices que al tocar la gaita el pastor has estado bailando tú y las ovejas? - preguntó la esposa, que no se lo creía. - ¿Cómo quieres hacerme tragar esas paparruchas? ¿Has bebido?
- No he bebido y lo que te estoy diciendo es la verdad... Ve mañana a verlo y te convencerás.
Al día siguiente, el ama se dirigió al lugar en que el pastor de la gaita cuidaba el ganado.
- ¿Es verdad que haces bailar a las ovejas, simplote? - preguntó bruscamente.
- Sí, señora.
- Pues hazlas bailar que yo lo vea.
El muchacho empezó a tocar la gaita y las ovejas, levantándose, iniciaron una danza desenfrenada.
El ama también estuvo dando saltos, con tal viveza que no tardó en fatigarse, por lo que cuando el pastor, terminó de tocar, se dejó caer al suelo, sin poder hablar.
Cuando descansó un poco, se levantó y gritó al pastor:
- No puedo consentirte esta burla... A la noche vas a casa para que te dé la cuenta... Quedas despedido.
Volvió el ama a su casa. El marido la vio sofocada y comprendió que había estado bailando como él.
- ¿Te has convencido ya? - preguntó
Ella contestó furiosa:
- Sí... He visto bailar a las ovejas y he bailado yo hasta que al animal de tu pastor le ha dado la gana. Por eso lo he despedido... No puedo aguantar que se haya burlado de mí.
Entregaron la cuenta al pastor aquella misma noche y el muchacho se marchó a su casa. Cuando llegó dijo a sus hermanos y a su padre que había sido despedido, pero sin explicarles el motivo, para no tener que hablar de su gaita.
El padre dijo que, aunque era un inútil, procuraría encontrarle otra.Entonces respondió el muchacho:
- A mí me gusta mucho ser pastor, papá; pero el amo se ha enfadado conmigo porque la he hecho bailar...
Los hermanos empezaron a reírse de él y el muchacho se calló.
Al día siguiente, el hermano mayor salió, por encargo de su padre, a vender un cesto de manzanas.
A pocos metros de la puerta de su casa le salió al encuentro una viejecita que le preguntó:
- ¿Qué llevas ahí, muchacho?
- Ratas - contestó.
- Ratas serán - dijo la vieja.
Siguió andando, con la gran cesta al brazo, entró en una casa y preguntó si querían manzanas. Le dijeron que las enseñara y al abrir la cesta empezaron a salir ratas...
Los habitantes de la casa salieron gritando, llamaron a todos los vecinos y le dieron al muchacho una paliza fenomenal por aquella broma de mal gusto.
El pobrecillo, cuando volvió a casa, tuvo que meterse en la cama.
Al día siguiente se fue el segundo hermano a vender manzanas con la misma cesta.
Le salió al encuentro la misma viejecita y le preguntó:
- ¿Qué llevas en el cesto, muchacho?
- Pájaros - contestó.
- Pájaros serán - repuso la anciana.
Entró en una casa a vender manzanas y cuando abrió la cesta salieron los pájaros volando. Los de la casa rieron hasta desternillarse de lo que creían una broma y el muchacho volvió a la suya muy desconsolado.
El hermano menor dijo a su padre:
- Quiero ir yo a vender manzanas, papá.
Los otros hermanos empezaron a gritar:
- No lo dejes, papá...
Pero el padre le dejó llenar la cesta y salir.
Encontróse el pequeño con la anciana, que le preguntó:
- ¿Qué llevas en ese cesto, muchacho?
- Manzanas, abuela. Y que son hermosas y sanas... Tome una y pruébela...
- No, hijo mío. Muchas gracias. Vete a venderlas y no te entretengas.
Llegó a una casa ofreciendo las manzanas. Le pidieron que se las enseñara y al ver lo buenas que eran le compraron media cesta. Guardó el dinero y se fue a otra casa.
Ofreció las manzanas, le dijeron que las mostrara y, al abrir la cesta, observó que estaba llena. Le compraron media cesta, guardó el dinero y siguió su camino.
Cada vez que entraba en una casa y abría la cesta se la encontraba llena. Así fue vendiendo manzanas y manzanas, se llenó de dinero todos los bolsillos y un pañuelo, que ató por las cuatro puntas.
Ya se volvía a casa, decidido a no vender más manzanas, y había sacado la gaita para entretenerse por el camino, cuando le salió la anciana que se la había regalado, y que le dijo:
- No toques la gaita hasta que llegues a tu casa.
La guardó, y se encaminó a su casa, donde vio que solamente estaban sus hermanos. Abrió la cesta y al verla llena de manzanas empezaron a burlarse de él, pero el muchacho sacó entonces la gaita y empezó a tocar, haciendo bailar a sus hermanos, hasta que éstos cayeron al suelo rendidos de cansancio.
Poco más tarde llegó el padre; acompañado de la bruja buena.
- Hijos míos - dijo a los dos mayores - no volváis a burlaros de vuestro hermano menor, porque es el mejor de los tres.
La anciana añadió:
- Yo fui quien os convirtió las manzanas en ratas y en pájaros, para castigaros por vuestras mentiras... En cuanto a ti, mirando al pequeño, devuélveme la gaita, pues ya no la volverás a necesitar.
Y como los mayores no molestaron más al pequeño y éste empezó desde aquel día a trabajar, vivieron muy felices y comieron perdices.
Todos los días, a media mañana y a media tarde, hacía bailar a las ovejas; luego las dejaba descansar. Con el ejercicio se les abría el apetito y comían mucho y como luego reposaban, se pusieron muy gordas y lustrosas.
El pastor no decía a nadie la virtud de su gaita, pero se enteraron otros pastores y, por envidia, dijeron al amo que el muchacho estaba loco o era brujo, porque estaba enseñando a bailar a las ovejas.
El amo no quería creer tal cosa, pero los otros insistieron tanto, que decidió comprobarlo al día siguiente por sus propios ojos.
Llegó, pues, al día siguiente a ver al rebaño y observó, que todas las ovejas estaban acostadas.
- ¿Que les pasa a las ovejas que no comen? - preguntó al pastor.
- Es que están descansando, señor.
- Me han dicho que las haces bailar... ¿Es verdad?
- Sí, señor... Bailan cuando yo les toco la gaita, luego descansan y comen más a gusto; por eso están tan gordas y lustrosas.
- ¿Las podrías hacer bailar delante mía?
- Claro que sí. Cuando usted quiera.
- Ahora mismo.
Empezó a tocar el pastor la gaita. En el acto comenzaron a levantarse las ovejas y corderillos y se pusieron a bailar. El amo, riendo a carcajadas, bailó también sin darse cuenta.
Cuando el pastor terminó de tocar, se acostaron de nuevo las ovejas y el amo tuvo que tumbarse también de cansado que estaba.
Volvió el amo algo más tarde a casa y contó a su mujer lo sucedido.
- ¿Dices que al tocar la gaita el pastor has estado bailando tú y las ovejas? - preguntó la esposa, que no se lo creía. - ¿Cómo quieres hacerme tragar esas paparruchas? ¿Has bebido?
- No he bebido y lo que te estoy diciendo es la verdad... Ve mañana a verlo y te convencerás.
Al día siguiente, el ama se dirigió al lugar en que el pastor de la gaita cuidaba el ganado.
- ¿Es verdad que haces bailar a las ovejas, simplote? - preguntó bruscamente.
- Sí, señora.
- Pues hazlas bailar que yo lo vea.
El muchacho empezó a tocar la gaita y las ovejas, levantándose, iniciaron una danza desenfrenada.
El ama también estuvo dando saltos, con tal viveza que no tardó en fatigarse, por lo que cuando el pastor, terminó de tocar, se dejó caer al suelo, sin poder hablar.
Cuando descansó un poco, se levantó y gritó al pastor:
- No puedo consentirte esta burla... A la noche vas a casa para que te dé la cuenta... Quedas despedido.
Volvió el ama a su casa. El marido la vio sofocada y comprendió que había estado bailando como él.
- ¿Te has convencido ya? - preguntó
Ella contestó furiosa:
- Sí... He visto bailar a las ovejas y he bailado yo hasta que al animal de tu pastor le ha dado la gana. Por eso lo he despedido... No puedo aguantar que se haya burlado de mí.
Entregaron la cuenta al pastor aquella misma noche y el muchacho se marchó a su casa. Cuando llegó dijo a sus hermanos y a su padre que había sido despedido, pero sin explicarles el motivo, para no tener que hablar de su gaita.
El padre dijo que, aunque era un inútil, procuraría encontrarle otra.Entonces respondió el muchacho:
- A mí me gusta mucho ser pastor, papá; pero el amo se ha enfadado conmigo porque la he hecho bailar...
Los hermanos empezaron a reírse de él y el muchacho se calló.
Al día siguiente, el hermano mayor salió, por encargo de su padre, a vender un cesto de manzanas.
A pocos metros de la puerta de su casa le salió al encuentro una viejecita que le preguntó:
- ¿Qué llevas ahí, muchacho?
- Ratas - contestó.
- Ratas serán - dijo la vieja.
Siguió andando, con la gran cesta al brazo, entró en una casa y preguntó si querían manzanas. Le dijeron que las enseñara y al abrir la cesta empezaron a salir ratas...
Los habitantes de la casa salieron gritando, llamaron a todos los vecinos y le dieron al muchacho una paliza fenomenal por aquella broma de mal gusto.
El pobrecillo, cuando volvió a casa, tuvo que meterse en la cama.
Al día siguiente se fue el segundo hermano a vender manzanas con la misma cesta.
Le salió al encuentro la misma viejecita y le preguntó:
- ¿Qué llevas en el cesto, muchacho?
- Pájaros - contestó.
- Pájaros serán - repuso la anciana.
Entró en una casa a vender manzanas y cuando abrió la cesta salieron los pájaros volando. Los de la casa rieron hasta desternillarse de lo que creían una broma y el muchacho volvió a la suya muy desconsolado.
El hermano menor dijo a su padre:
- Quiero ir yo a vender manzanas, papá.
Los otros hermanos empezaron a gritar:
- No lo dejes, papá...
Pero el padre le dejó llenar la cesta y salir.
Encontróse el pequeño con la anciana, que le preguntó:
- ¿Qué llevas en ese cesto, muchacho?
- Manzanas, abuela. Y que son hermosas y sanas... Tome una y pruébela...
- No, hijo mío. Muchas gracias. Vete a venderlas y no te entretengas.
Llegó a una casa ofreciendo las manzanas. Le pidieron que se las enseñara y al ver lo buenas que eran le compraron media cesta. Guardó el dinero y se fue a otra casa.
Ofreció las manzanas, le dijeron que las mostrara y, al abrir la cesta, observó que estaba llena. Le compraron media cesta, guardó el dinero y siguió su camino.
Cada vez que entraba en una casa y abría la cesta se la encontraba llena. Así fue vendiendo manzanas y manzanas, se llenó de dinero todos los bolsillos y un pañuelo, que ató por las cuatro puntas.
Ya se volvía a casa, decidido a no vender más manzanas, y había sacado la gaita para entretenerse por el camino, cuando le salió la anciana que se la había regalado, y que le dijo:
- No toques la gaita hasta que llegues a tu casa.
La guardó, y se encaminó a su casa, donde vio que solamente estaban sus hermanos. Abrió la cesta y al verla llena de manzanas empezaron a burlarse de él, pero el muchacho sacó entonces la gaita y empezó a tocar, haciendo bailar a sus hermanos, hasta que éstos cayeron al suelo rendidos de cansancio.
Poco más tarde llegó el padre; acompañado de la bruja buena.
- Hijos míos - dijo a los dos mayores - no volváis a burlaros de vuestro hermano menor, porque es el mejor de los tres.
La anciana añadió:
- Yo fui quien os convirtió las manzanas en ratas y en pájaros, para castigaros por vuestras mentiras... En cuanto a ti, mirando al pequeño, devuélveme la gaita, pues ya no la volverás a necesitar.
Y como los mayores no molestaron más al pequeño y éste empezó desde aquel día a trabajar, vivieron muy felices y comieron perdices.
FIN...
Área de conocimiento de uno mismo y autonomia personal
- Bloque 1: El cuerpo y la propia imagen.
-Reconocimiento de las percepciones sensoriales propioceptivas (que provienen de los propios músculos y articulaciones) y las percepciones extereoceptivas (relacionadas con los campos visuales, auditivos, olfativos, táctiles, gustativos...).
-Valoración positiva y respeto por las diferencias, aceptación de la identidad y características de las demás personas, evitando actitudes discriminatorias.
- Bloque 3: Actividad cotidiana.
-Hábitos elementales de organización, atención, iniciativa y esfuerzo.
- Bloque 4: El cuidado personal y la salud.
-Petición y aceptación de ayuda en las situaciones que así lo requieran.
-Empleo responsable de instrumentos, herramientas e instalaciones para prevenir accidente y evitar situaciones de riesgo.
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